viernes, agosto 15, 2008

En pensamientos. Parte II de "Breves confesiones susurradas"

PARTE II

"Es fácil recomponerse al cabo de cierto tiempo de una situación
trágica, no todos lo hacen al mismo compás ni con la misma facilidad
pero lo cierto es que todos se acaban levantando de entre su propia ceniza,
si es posible cambiar el hecho trágico se hace, si por el contrario
fuera imposible entonces uno aprende a convivir con ellos aunque
jamás se superen...
¿Puede una persona llegar a superarse? Unos sí, otros no, y esos
que puedan pasar por encima y superarlos enhorabuena, a los demás
no les puedo decir que lo sienta solo que escojan, siempre se puede
elegir entre más o menos opciones, las ciertas son: vivir o morir.

Muchas personas eligen vivir con lo que les ha tocado sin poder
superarlo, otras deciden escoger la vía más rápida aunque no
por ello menos dolorosa para uno mismo y en ocasiones para los
seres más cercanos, pues ya se sabe que es una semillita dejada crecer
salvaje, puede estallar y mancillar a otros desatando la pandemia
y con esto un reguero más largo de sangre.

Pero aparte de las dos opciones antes referidas también está la de:
sobrevivir, que es la de la mayoría, la llamada de "los fuertes"
dentro del ámbito de la moral y lo correcto. Es la de todos aquellos
que saben someramente del Horror del mundo así como la misma de todos aquellos que deciden mirar para otro lado para evitar su propia locura,
es la de todos los que luchan y sangran por los demás y la de
los que provocan dolor ajeno que al fin y al cabo son los mismos
cuando se entiende el Mundo tanto natural como humano como algo
dual compartido por placer y dolor, vida y muerte, amor y odio
y muchísimos binomios más.

Pero al margen de todo lo referido...¿es físicamente imposible
independientemente de la moral humana llegar a superar con éxito
ciertos actos o ciertos hechos?"

Breves confesiones susurradas

"Cuéntame pequeña, en qué se ha convertido esa mirada ausente que antes fuera un mundo,
esa voz ahora amarga cuando no era más que un estallido de amor,
por qué ese pecho sofocado, cargado de asfixante soledad cuando antes nunca te había preocupado,
cuéntame de qué modo has podido apostar tus ideales en una partida perdida,
qué insolente locura te ha llevado a no razonar
sin poder perdonar a los que te han llevado a ello."

-El mundo padre es quien me ha sesgado la garganta con la ardiente bofetada
de la importuna verdad una vez más,
insoportable se torna el dolor de la desidia y el olvido,
amargas las lágrimas que me hace derramar así como fría la sangre que recorre mis venas,
demasiado cargante la desazón que en este día me acosa
y mi alma imperturbable se sigue desgarrando sin quejarse,
¿por qué la demora a la muerte? No hay razón.

"Hay razón porque hay FE hija mía."

-Padre, la fé no me devolverá esta vez la vida ni restaurará mi honor mellado.
No es consuelo ni consejo, ni siquiera misericordia divina, tan
solo os busco a vos ser carnal pero más fiel que un perro confiado, más aférrimo que los propios valores que profesa y más mundano que los que condena. Mas no Padre, ya no juzgo ni atiendo a mis designios sin dar nada por perdido más de lo que gané pero no me importa, esta debe ser mi última parada a merced del amparo del Señor exista o no su aura pura y benevolente porque me he dado cuenta de que no existe nada decente ni que debiera ser considerado por su más mínimo valor.

"Descansa pues en paz hija mía y renace mañana de tus cenizas, ahora duerme."